¿Qué queda de la esperanza cuando mueren los niños? Los niños mueren de dos formas, ambas terribles, la primera es literalmente, muerto, sin vida, quitado y borrado de este mundo por la mano del adulto o por la influencia del adulto. La segunda forma, no menos atroz, cuando le dañan tanto y de tal modo, que queda totalmente destruida la niñez o infancia, con todo lo que conlleva, por pulca o influjo de un adulto, quedando solamente un cuerpo pequeño, sin la esencia de su corta edad. La esperanza del mundo muere cada vez que estas muertes acontecen, se marchita, como echar gasolina a una flor, la esperanza queda cada vez más difuminada y es más sutil. No se nos cae la cara de vergüenza ni hacemos una puta mierda cuando vemos tales horrores, simplemente miramos a otro lugar.
Los niños son sagrados, la vida en sí es sagrada, pero la de un niño más, tiene el valor de la inocencia, que multiplica infinitamente el valor de la vida. Sin embargo, todos los días, en todo momento, algún adulto o muchos, destruye sus vidas, ya sea directamente, ya sea como daño colateral, ya sea por negligencia, ya sea por enfermedad o por hambre. En estos momentos algún niño está siendo objeto de un pederasta, o de la tortura, o del trabajo forzado, o de la explotación comercial, o está siendo manipulado para la guerra, o para el olvido, o para una secta. En estos momentos, mientras yo estoy cómodamente escribiendo esto, y usted está leyendo, están muriendo y sufriendo miles de niños. Esto se me hace insoportable.
Este mundo es una mierda, y la raza humana… no merece la pena clasificar más.
Todos los días muere la esperanza
Totalmente de acuerdo, todos los días muere la esperanza, la inocencia, la ingenuidad, la humanidad… dicen que cuando no quede lugar en el infierno los muertos caminarán sobre la tierra, tal vez, ese momento ha llegado. Buenas reflexiones y buen blog.
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